19 de Noviembre de 2016
En una nueva visita para seguir conociendo el rico patrimonio arqueológico y cultural extremeño, nos desplazamos hasta dos localidades de la comarca de la Serena ya conocidas de otras ocasiones pero que siempre requieren una nueva visita. Comenzamos de la mano y el buen saber hacer de la conservadora del Museo Pilar Caldera de Castro en el yacimiento y el centro de interpretación de Cancho–Roano, uno de los mayores descubrimientos tartésicos de los últimos años, que conserva importantes restos de su monumentalidad, fechado en el siglo VI a.d C.
Ya en Zalamea visitamos el dístilo, monumento sepulcral romano emblema de la ciudad, la Ermita del Cristo de la Quinta Angustia del siglo XVII con su maravillosa azulejería recién restaurada y la casa de Pedro Crespo, el conocido mundialmente Alcalde de Zalamea gracias a la obra de Calderón de la Barca, y el Castillo.
Tras el almuerzo nos acercamos a Castuera para visitar el Museo del Turrón instalado en una antigua fábrica de harinas de principio del siglo XX donde se conjugan todo el saber de la tradición y el buen hacer del turronero con un moderno montaje expositivo.